Cómo mantener el estrés laboral a raya

Por el junio 17, 2019

Las interminables jornadas laborales, la falta de reconocimiento o apatía de superiores y compañeros pueden desencadenar situaciones de estrés laboral o, como ya se denomina hace tiempo, el síndrome del burn-out. ¿Sabes cómo prevenirlo?

Tras varios años debatiendo en torno a la sensación de ansiedad en el trabajo que cada año por desgracia sufre un mayor número de trabajadores, finalmente hace escasos días la Organización Mundial de la Salud decidió incluir el síndrome del burn-out en su Clasificación Internacional de Enfermedades. El síndrome se define como una situación de insatisfacción laboral que a menudo se manifiesta con síntomas como sensación de agotamiento, cinismo o sentimientos negativos hacia el trabajo o una eficacia profesional reducida. Para algunos expertos, su raíz radica “en un estrés crónico en el trabajo que en su momento no fue gestionado eficazmente”.

Efecto tóxico del estrés laboral

¿Es el estrés laboral una de las epidemias más extendidas de nuestros tiempos? Esta lectura podría hacerse perfectamente si nos fijamos en el último estudio de Cigna, “360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond”, publicado el pasado mes de mayo. Este pone de manifiesto cómo el 89% de los españoles percibe que el estrés de sus compañeros afecta negativamente en el lugar de trabajo, traduciéndose en una menor productividad (25%) y en una atmosfera negativa (25%).

Cigna también clasifica aquellos estímulos que pueden alterar el estado anímico de los empleados en tres grupos:

  1. Individuales, como son la sobrecarga de trabajo, falta de claridad en los objetivos y funciones del puesto de trabajo, o incertidumbre por el propio puesto de trabajo.
  2. De equipo, por ejemplo la falta de cohesión en el equipo y conflictos entre los miembros del departamento o área.
  3. Organizacionales, tales como el clima laboral, estilo de dirección, tecnología y recursos disponibles, planes empresariales poco realistas o jornadas de trabajo excesivas.

Cambio de enfoque

Cuando se pone en riesgo la salud física y mental del empleado, así como su bienestar, no hay excusa posible. Si bien es cierto que el estudio alerta de la presencia de grupos de alto riesgo que tienen mayor predisposición a sufrir estrés, como son los empleados sénior, los júnior o aquellos con diversidad funcional, Cigna propone “identificar a otros empleados que, por su conducta o personalidad, sean más proclives a padecerlo”. Esto es así en cualquiera de los casos, puesto que del estudio se desprende que, aunque el 71% de los encuestados sufre estrés, solo el 57% detecta que sus compañeros están también en esa situación.

Además de este estudio previo, Cigna sugiere impulsar el trabajo en equipo y el buen ambiente de trabajo, algo que “facilita la comunicación y el sentimiento de bienestar, a la vez que evita que el ambiente laboral se convierta en fuente de estrés y malestar”; implantar un sistema de reconocimiento y desarrollo de carrera basado en planes de incentivos, promoción interna y programas de formación y desarrollo personalizados, y promover hábitos de vida saludable, ya que, como señalan, “hacer ejercicio, hablar con familia y amigos, practicar un hobby o dormir más son los mejores remedios para superar el estrés del trabajo”.

Desconexiones necesarias

En un escenario donde el estrés laboral afectaba en 2018 al 60% de españoles, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que situaba a nuestro país como el primero de Europa con mayor número de empleados afectados, cabe adoptar medidas urgentes para paliar este problema. Desde la consultora internacional especializada en seguridad laboral, DuPont Sustainable Solutions Ibérica, también han desarrollado un método que, con la denominación de ‘Modelo de Resistencia Proactiva’, ofrece pautas efectivas de comportamiento enfocadas a reducir los niveles de estrés en el puesto de trabajo y que se clasifican en tres grupos.

El primero hace referencia a prácticas para la prevención del estrés que van desde silenciar las notificaciones del e-mail o fijar un lugar para comer situado fuera del espacio habitual de trabajo, así como establecer periodos de descanso que ayuden al trabajador a desconectar oportunamente para una mejor conexión posterior. El segundo recoge un conjunto de pautas para un correcto aprovechamiento de la energía que, basadas en el lema “Love it, change it or leave it” (“ámalo, cámbialo o abandónalo”), persiguen llevar a tomar consciencia sobre las fuentes personales de energía. Por último, propone reformular el concepto de ‘estrés’, adaptando la actitud del empleado ante determinadas circunstancias, algo que “permite cambiar la dinámica negativa y sacar provecho de determinadas situaciones de potencial estrés”.


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