Pararse y respirar para ser más eficientes

Por el enero 28, 2019

Últimamente el “déjalo estar” es un tema (y remedio) común en muchos libros de autoayuda. Pero, ¿qué significa exactamente? ¿Qué es? ¿Es una moda? ¿Una necesidad real?

El “déjalo estar” es, en realidad, dar un paso atrás… Y cambiar nuestra perspectiva sobre los acontecimientos. Pero no significa “dejar de hacer” o “dejarlo correr”, se trata de aceptar “lo que es” y encontrar soluciones con “lo que hay”. Si conseguimos cambiar nuestro chip, con esta actitud conseguiremos; menos estrés, desarrollar nuestra confianza, aumentar la motivación, mejorar la eficiencia y nos devolverá la sonrisa. “Dejarlo estar” significa optimizar nuestra energía y hacer el mejor uso de ella.

Si llega a ser necesario el “dejarlo estar” es porque estamos firmemente unidos a algo; como una situación, una emoción o una relación. Nos aferramos a algo por temor a perderlo.

Sí, lo propio al hombre es su pasión por el control: esta habilidad para dominar la materia, la vida y las personas, nos permite sentirnos efectivos y orgullosos de nosotros mismos. Y, para conseguir este dominio tenemos que ser capaces de administrarnos el tiempo, controlar nuestros esfuerzos, nuestras palabras y las apariencias.

Los que se esfuerzan demasiado, o mejor dicho, se obcecan, se suelen volver rígidos, quisquillosos, tercos y duros consigo mismos o los demás. Ambicionan tanto lograr sus fines que dirigen toda su energía y sus esfuerzos en ello, hasta agotarse y sin lograr resultados satisfactorios.

¿Cómo conseguir relajarnos?

 

pararse y respirar

El primer paso es dejar de obsesionarnos, pararse y dar un paso atrás.

Intentaremos detener el flujo interminable de pensamientos que nos bombardean la cabeza. No nos centremos en lo que nos rodea, ignorémoslo. Nuestros sentidos son estimulados por demasiados focos constantemente; demasiadas pantallas, demasiado ruido, demasiados contactos, demasiada velocidad.

Recuperemos el control de nuestros sentidos. Basta con cerrar los ojos, eso detendrá el frenesí sensorial al instante. Luego, poco a poco, el cuerpo comenzará a relajarse.

Con los ojos cerrados repitámonos hacia adentro; “para, para, para”. Centrémonos ahora en la respiración. Esto tendrá dos beneficios: calmar, y oxigenar el cerebro, para luego poder pensar positivamente. Porque hasta ese momento, el cerebro estaba en modo de supervivencia, en modo peligro y preparado para la “lucha”.

Ahora, después de leer esto… Cierra los ojos, repítete ese “para”, concéntrate en tu respiración y deja que tu cuerpo se relaje poco a poco.

Verás que es algo de lo más sencillo y qué funciona realmente. ¡Pero esto es solo el primero paso!


Con nuestros cursos en Comunicación, Influencia y Relación aprenderás ésta y muchas más técnicas para ser lo más eficiente posible en tu día a día.


Autores originales:
Alain Duluc y Sylvie Ferrieu. Cegos France.

Other focus to read

Deja tu comentario

Avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscribete al Blog

Por motivos de seguridad, deben estar habilitados JAVASCRIPT y el uso de COOKIES