“Transformación digital”, “desaparición del 50% de las empresas existentes”, el surgimiento de nuevas necesidades… Algunos sectores ya están en la ola, otros solo esperan a que llegue. ¿Cómo no sufrir las consecuencias del cambio, anticiparse y acompañarlas? Esta es la pregunta clave que se hace a los encargados del desarrollo de habilidades hoy en día.

En este post veremos a qué podemos anticiparnos desde hoy mismo sobre los cambios en la necesidad de habilidades.

¿Cuáles serán los trabajos demandados en tu sector, y organización, en el futuro?

En 2016, un estudio del World Economic Forums, Future of jobs, predijo que se perderían 5 millones de puestos de trabajo para 2020, reemplazados por inteligencia artificial, robots, etc. También predijo la creación de 2.1 millones de nuevos empleos. Empleos que requerirán habilidades en informática, matemáticas, arquitectura de redes, ingeniería…

El análisis, resumido en el artículo “The jobs of the future- and two skills you need to get them“, muestra que los trabajos más demandados son aquellos que requieren habilidades sociales sólidas. Y la mayoría de estos trabajos en crecimiento cuentan con una fuerte necesidad de poseer tanto habilidades interpersonales como habilidades matemáticas e informáticas.

Parece que los trabajos altamente especializados, de habilidades únicas, están en declive.

En septiembre de 2017, el informe del Conseil d’Orientation pour l’Emploi  (Consejo de Orientación para el Empleo, o COE), Volumen 2, se centraba en el impacto en las habilidades de automatización y digitalización.

Tres grupos de habilidades a desarrollar

Según el informe anterior, “se deben movilizar tres grupos de habilidades en una economía en la que inteligencia artificial y big data convergen”:

• Experiencia en tecnología
• Nuevas habilidades técnicas, que complementen a las habilidades más tradicionales de cada oficio. Por ejemplo, el reparador de la lavadora “conectada” debe comprender el entorno técnico en el que se encuentra la máquina: el proveedor de acceso del cliente, el sistema operativo utilizado…
  Para los técnicos de la instalación y el mantenimiento de los objetos conectados, no solo se trata de habilidades técnicas adicionales, sino también de adquirir una inteligencia sistémica de las interacciones humano – sistemas – máquinas en la base de su funcionamiento.
• Y para todos los activos, un aumento en la necesidad de desarrollar las habilidades denominadas “transversales” que, según el COE, incluyen:
  • Un buen conocimiento general: habilidad para entender un texto (alfabetización), para manipular números (aritmética), para ubicar el impacto de sus acciones en un entorno complejo… Las habilidades a menudo citadas como “softs” requieren de hecho la movilización de una base amplia de conocimiento. Por lo tanto, para mostrar un espíritu crítico, debe haberse aprendido a unir diferentes fuentes de información.
  • Habilidades sociales: trabajo en equipo, inteligencia social.
  • Habilidades situacionales: autonomía, aprender a aprender.

No es solo lo digital lo que está cambiando el juego

Entre las tendencias que impactan los empleos de los activos, no solo se trata de la digitalización. Existen nuevas relaciones a la hora de trabajar; búsqueda de significado, inteligencia colectiva, conciencia global de la fragilidad de los ecosistemas ambientales, promoción de la cooperación… Nuestro mundo se está moviendo, y esto inevitablemente tiene un impacto en la forma de trabajar. Richard Watson resumía en esta magnífica infografía la ingente cantidad de tendencias en nuestras sociedades y modelos de vida y empleo.

Mega Trends and Technologies 2017 – 2050 (realizada por: Richard Watson, para su blog “What’s Next”)

Sal del marco

Por lo tanto, la reflexión sobre la evolución de los trabajos y las habilidades nos obliga a “salir del marco conocido” de las funciones de la empresa actual.

En 2014, Alain Fouché, en el informe de información del Senado francés “Quels emplois pour demain” (Que trabajos nos depara el mañana) escribió (p.44):

“Podríamos identificar tres tipos de trabajadores:

• El protector, un escudo contra los riesgos: minimiza el riesgo económico, ambiental y humano. (…)
• El optimizador, la punta de lanza del rendimiento: busca una mejor rentabilidad, un mejor control de los costes y desarrolla cuadros de mandos o indicadores de rendimiento. (…)
• El storyteller (narrador), el artesano del futuro: “(Él) dará, o más bien devolverá, el significado del compromiso de la empresa, en diálogo con todas las partes interesadas”.

Fouché sigue diciendo:

“El futuro de la formación, y por lo tanto de los trabajadores del mañana, se basaría en las “soft skills”, (…) basadas en “pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, saber hacer, espíritu de colaboración, espíritu empresarial, autonomía”, para garantizar ” la adaptación del individuo a trabajos potencialmente muy diferentes y, por lo tanto, beneficiar a la empleabilidad”

Aparecen entonces algunas nuevas profesiones como;

• El capitalizador del conocimiento “tanto etnólogo como pedagogo”, “garante de la circulación y transmisión del conocimiento”,
• El “makestormer” que “estimula la innovación profesionalizando reuniones de intercambio de ideas o talleres”,
• El “business networker” que “facilita alianzas” entre actores internos y externos sobre “objetivos comunes para el desarrollo de nuevos mercados,
• El “business maker“, “intraemprendedor entre el comercializador y el comercial”, “capaz de valorar una idea encontrando el mejor modelo de negocio, el mejor segmento de mercado para el inicio (…)”.

Un nuevo entorno, nuevos objetivos laborales y, por lo tanto, nuevas denominaciones.

¿Cómo organizar el cambio?

Cualquier enfoque de desarrollo empresarial prospectivo debe ser colaborativo, cruzando los puntos de vista de múltiples partes interesadas. Pero esto no impide confiar en el trabajo ya existente.

No podemos predecir exactamente cuáles serán los trabajos del mañana. Pero, a partir de las tendencias que surgen, podemos adaptar la oferta de formación de hoy para mejorar el apoyo al cambio.

Autor original: Mathilde Bourdat
Manager Offre et Expertise